domingo, 19 de diciembre de 2010

Amor y otras mentiras

- Te quiero. Es tu mirada, la cadencia de tu voz, la forma de caminar. Tus ideas revolucionarias, tu carácter inconformista. El lunar que adorna tu seno izquierdo, tus ojos marrones. Tus enfados, tus idas y tus venidas. Lo guapa que te pones cuando lloras y lo sexy que te encuentro cuando te enfadas. Cuando me golpeaste en la cara y lo de después, nuestro mejor momento. Todo lo que me revienta de ti, tus berrinches incomprensibles. Son tus asquerosos defectos, son ellos los que te hacen perfecta. Es por eso que te digo Dafne que te quiero. Te amo.




- Edu, lo siento. Vuelve. Ver pelis de Disney con tu primo pequeño en estas fechas navideñas te está afectando. Lo nuestro es sexo. Mis senos, mi mirada, mi forma de ser... Todo eso está muy bien para una película. Cientos de filmes alimentan los sueños de tantos y tantas, sueños frustrados, claro. Mira, si dicen que la navidad la ha inventado El Corte Inglés, yo digo que el amor lo ha inventado Disney. Seguramente con eso tan bonito que me has escrito puedas conseguir que una de tus amigas se tire a tus brazos. Lo peor es que esas pobres se harán ilusiones. Creerán que sólo tienes ojos para ellas, que les llevarás el desayuno a la cama, te acordarás siempre de vuestro aniversario, que les traerás rosas rojas cortadas por ti, que tendréis 3 hijos guapísimos, listísimos y muy educados... Vale, puede que tú consigas lo que quieres, un polvo, pero es que nosotras somos así de ilusas, o al menos muchas porque yo, por ejemplo, ya me dí cuenta de la realidad hace ya bastante tiempo. Supongo que también habrá más de algún enfermo enamorado entre vosotros. Pero a mí no me engañas Edu, te conozco, tú todo ésto en realidad lo sabes igual que yo. Bueno, pues eso, a las 22h00 estaré en tu casa. Hoy no están tus padres, podríamos hacerlo en su cuarto, ¿no?